de un irse
de sí mismo a su recuerdo
más azul, más hondo, más eterno...
recuerdo
que estabas hecha de recuerdos.
escuchábamos
arrastrarse lentamente
el silencio acercarse
en la premura del verde. brota
y nace púa.
lazo de almizcle
que enreda la vaina de cardomomo.
debí hablarte del engaño
de las miradas sinceras
viajando en la dirección
de mi miedo. del humo
que al ensueño presta
sus espirales.
y las horas sin término de una lenta caricia;
y el alma
que se agobia
con su propia delicia como
lirio que muere
vertiendo su nectario.
entonces, alargamos las manos,
palpamos la carne
deseada, nos la quedamos,
y no queremos otro reino.
pienso a veces que el mar
es la nostalgia de lo que siempre está:
nostalgia de nostalgia. pasajera
del eterno sabor de tu mirada esmeralda/
amante de palabras.