hay un tiempo,
un bucle enredado
cuando eres
todas
las mujeres.
como la carne
a la carne vuelve,
es ella, la noche
la que nos dilata
las pupilas.
nadie
puede acercarse a mí
sin la complicidad
de un acto mío.
detener la palabra
un segundo
antes del labio.
algo de mí
no quiere
renunciar a estar vivo
y no eres
todo
lo que quiero,
pero el que en mí quiere
no es todo lo que soy.
ciega la vida sorda.
de quién soy
en el instante
si hay un tiempo,
una vida
sin medida
y solo soy
un destino.
.